Foca encallada en la Bristol
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Por Saturnino Cardoso, corresponsal Mar del Plata
Cientos de turistas de la Feliz se vieron este verano sorprendidos por la aparición de una foca en lamentable estado en las playas de la popular playa La Bristol. Miembros de la organización Greenpeace trabajaron durante horas tratando de mejorar el estado de la foca antes de devolverla al mar.
La Dra. María Falangus, especialista en vida marina de la organización ambientalista, nos comentó : "Recibimos esta mañana un llamado al 0800 de Greenpeace con la información de una foca en muy mal estado en las playas de la Bristol. Inmediatamente nos acercamos con el equipo, y luego de un primer análisis determinamos que el animal estaba deshidratado, desanimado y en notable estado de agitación sexual."
Los fócidos o focas verdaderas (Phocidae) son una familia de mamíferos pinnípedos marinos adaptados a vivir en medios acuáticos la mayor parte del tiempo. El término en portugués y castellano "foca" deriva directamente del latín phoca que a su vez tiene su origen en el griego ????.
Se conocen 19 especies. Carecen de pabellón auditivo y sus extremidades posteriores están dirigidas hacia atrás y no son funcionales en el desplazamiento terrestre, característica que los diferencia de los otáridos (lobos y osos marinos).
La Dra Falangus agregó que "luego del suministro de suero y de alimentarla con pescado y agua, el animal continuó con la reacción baja. Finalmente decidimos asegurarnos que tenía una temperatura adecuada en el cuerpo para descartar posibles infecciones". Esto último hace referencia a la pandemia sufrida por la población de focas de Mar del Plata en 2009, la cual mediante un virus provocó la muelte de más de 200 especímenes.
Finalmente la representante de Greenpeace nos contó el desenlace: "Decidimos medir la temperatura corporal con un termómetro especial para estos animales, de inducción anal. Apenas introdujimos el termómetros en su recto, la foca reaccionó notablemente, con una gran alegría. Su recuperación fue inmediata. Luego de un par de meneos con el termómetro introducido en su ano, el mismo se tragó el aparato y huyó gimiendo hacia el mar".
Gracias a la ayuda de Greenpeace, la foquita pudo volver a su hábitat, feliz ella, la foca muy puta falangera.
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