Lucio lucha por su vida

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Sentados en la sala de espera del piso siete del hospital San Juan Bautista la familia Racedo espera pacientemente un milagro. Ahí, en el mismo lugar pero en la sala de cuidados intensivos, se encuentra Lucio Racedo sin poderse mover, alimentado con una sonda especial, luchando por su vida, víctima de un accidente de tráfico.

Visiblemente nostálgico, Antonio Racedo, hermano de Lucio, recuerda que el pasado 6 de octubre el joven se dirigía al gimnasio: “Él estaba manejando su moto por la Av. Guemes un auto lo golpeó por la parte de atrás; el golpe desestabilizó el vehículo de mi hermano e impactó contra un camión de mudanza… la moto quedó irreconocible”, detalló con la mirada perdida Antonio.

Minutos después del accidente, el joven fue llevado a la sala de emergencias del Hospital, y desde entonces permanecer vivo ha sido su gran batalla. “Él ingresó al hospital con muerte cerebral. Los doctores lo atendieron, pero los daños eran graves. Le dieron dos semanas de vida y después de eso dijeron que lo desconectarían”, agregó Antonio, que hace una pausa en su relato, suspira profundo y añade: “El día que vinimos al hospital porque lo iban a desconectar, le hicieron una última revisión, y fue ahí cuando los especialistas sintieron un leve apretón de manos: él estaba aferrándose a la vida”, recordó Antonio, con una leve sonrisa.

Desde entonces Lucio, pese a todo pronóstico, ha dado grandes avances en su recuperación. Le han quitado la asistencia respiratoria y los medicamentos. Sin embargo, su condición continúa siendo grave, aún permanece en cuidados intensivos luchando por su vida.
“Le dieron ocho semanas más, y una semana antes de que lo desconectaran, se despertó, nos reconoció y nos habló”, describió Antonio. La familia Racedo también lucha legalmente para que el responsable del accidente ayude a pagar las cuentas hospitalarias y los daños causados a Lucio. “A él solo le dieron una multa, pero estamos luchando para que lo responsabilicen de todos los gastos que el accidente ha generado”, dijo Antonio.

Llamado de solidaridad

La recuperación de Lucio ahora depende, además de medicamentos y cuidados especiales, de una serie de terapias que representan un gasto de 64 mil dólares mensuales para la familia. “La situación es dura, no estamos trabajando porque necesitamos estar la mayor parte del tiempo en el hospital”, dijo visiblemente triste Miguel Racedo, padre de Lucio, mientras Leticia, la madre del joven, permanece en silencio y con la mirada hacia el piso.

La familia describe a Lucio como alegre, positivo y muy solidario. Esta familia necesita ayuda, por lo que hacen un llamado de solidaridad que les permita recuadar el dinero que necesitan. Para ello han creado un perfil en la página web de recaudaciones GoFundMe.

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