Puertorriqueño desfeca en una hostia en honor al Nobel de Bob Dylan.
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Augusto Garfio
Agencia FIFE
20 de octubre de 2016.
Un puertorriqueño, aún no identificado y sin más señas que un disfraz de bufo y estar evidentemente harto de que Bob Dylan, el premio Nobel de literatura, no hablara de los hoyos en la calle de su casa, fue a una Iglesia y desalojó su intestino sobre el diminuto pan ácimo en forma de disco que repartía en ese momento un sacerdote enajenado en una iglesia católica de la ciudad capital de esa diminuta isla en el Caribe.
Testigos del lamentable hecho comentaban visiblemente ofendidos en un conato de motín, los detalles del suceso. A preguntas incisivas de este rotativo, una paisana del hombre dijo y citamos: "el señor llegó en plena misa y esperó en la fila de la hostia como todos, pero cuando le tocó su turno se bajó los pantalones exponiendo todo su trasero. El cura luego de mirar concentrado por casi 10 minutos el evento, no si antes sacudirse rítmicamente la sotana, decide ponerle la hostia justo en su agujero negro", dijo María de las Esperanzas Cúspides.
El cura contestó de forma laxa pero señaló todavía anonadado, que nunca había visto tanta materia fecal en una hostia, mientras reiteraba con insistencia que él lo ha visto todo. La policía fue llamada por un monaguillo usando el sistema 9-1-1. Sin embargo, el menor de edad no fue autorizado por sus padres a expresarse sobre el evento pero sabemos que le tocó limpiar.
Investigaciones preliminares de este periódico aseguran que el hombre reaccionó de esa manera cuando vio a la gente compartiendo noticias sobre Bob Dylan y ninguna hablaba de él y su relación imaginaria con el cantante. El hombre de tez blanca pintado de marrón fue expulsado de la Iglesia por la policía, justo cuando usaba la pila de agua bendita como bidet. Se le oyó decir entre gritos y gruñidos que el Nobel de Obama es todavía más gracioso que el de Dylan y que si él se pegara en la loto tampoco aceptaría el premio o se lo daría a los nenes pobres de Encantada.
Bob Dylan se enteró de la hazaña y se marchó con sus millones a repartir el Pentateuco en Palestina, pero no sin antes dejar dos millones de libros de Dianetica en Haití.
Seguiremos informando.
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