Tras Victoria Electoral, Moreno Celebra Bailando Reggaeton
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QUITO, 04 de Marzo de 2017 - Tres noches después de que Lenín Moreno se anunciara como nuevo Presidente electo, en el Palacio de Carondelet no han parado las celebraciones. Varias fuentes confirman que las autoridades se han mantenido al margen de las numerosas quejas por bulla en las madrugadas de los días domingo, lunes y martes.
Los habitantes del centro de la capital ecuatoriana se ven divididos en cuanto a su apoyo hacia las ruidosas festividades lideradas por miembros del partido oficialista, Alianza País.
Wilmer Guamán, Venezolano de 19 años nacionalizado desde este pasado marzo, muestra su apoyo hacia las celebraciones.
"Pues, claro que a mí sí me parece que esto sea motivo para rumbear y echarnos unos palos," comentó. "Me parece muy modernista que el Presidente oiga reggaeton. Chévere. Depinga."
Por otra parte, no todos los ciudadanos muestran su apoyo. Dilma Zuquiña, mujer viuda de 81 años, discrepa alegando que no puede descansar para afrontar la "dura realidad" que según ella afronta su país.
"Parecen guambras. No paran de chillar. No dejan ni vivir y ni dormir con esa música del diablo. Y encima dicen que Lenín anda hasta bailando. Yo pensaba que no podía."
A pesar de la polarizadas opiniones, en Carondelet no hay quien detenga las celebraciones. Preguntando a un cabo de la Policía Nacional quien se encontraba vigilando al Palacio de Gobierno, nos comentó que la ley no prohibe que se haga un buen huasipichai.
Más tarde la noche del martes, el nuevo Vicepresidente electo, Jorge Glas, salió del palacio a fumar con otros asistentes que se encontraban dentro del Palacio.
"Ese Lenín ha sido bárbaro! El más malcriadito," se le escuchó decir claramente desde afuera del Palacio.
Entre risas y abrazos, agregó: "Tremendo el man. Y bacán que el Mashi nos haya traído a Hector y Tito. Que buena esa de "Baila Moreno"!
Al ver que estaba siendo filmado por varios teléfonos celulares de opositores en vigilia, seriamente les comunicó que el Ecuador hizo un milagro, curando al Presidente Lenín Moreno con puro amor.
Retirándonos, lo último que se escucho con total claridad viniendo desde adentro del Palacio era "Perrea, Lenín, perrea! Perrea, Lenín, perrea!"
Dilma, quién nos siguió acompañando a lo largo de este reportaje, nos dijo finalmente que lleva más de 30 años sin "un chuchaqui tan fuerte" desde que anunció la derrota de Lasso.
"Mi difunto esposo ha de estar retorciéndose en la tumba. Y eso que ya ni chupo. Será de hacerle otra vez!"
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