ARROJAN AL PILÓN DE LA PLAZA DEL PUEBLO A UN BIBLIOTECARIO EN MITAD DE UNA ACTIVIDAD CULTURAL
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El suceso ha tenido lugar esta misma mañana, en una conocida localidad de la provincia de Guadalajara. Rafael S.G, técnico de bibliobús, había acudido a esa población para desarrollar una actividad cultural, en concreto un relato-concurso titulado “La abejita Melera y el avispón Avispado”.
“Se trata de una historia que yo mismo he creado, cuya finalidad es resaltar la importancia que tienen las abejas para el medio ambiente, en un momento en el que su población está disminuyendo alarmantemente ”, ha declarado el bibliotecario.
Sin embargo, el relato no tuvo el final esperado. Cuando apenas habían transcurrido unos 20 minutos, un grupo de mozos del pueblo, a los que no les estaba gustando la historia, se levantaron de sus asientos y al grito de “¡¡Al pilón, al pilón con él!!”, se abalanzaron sobre el sorprendido bibliotecario.
“No podía dar crédito a lo que estaba pasando. En un abrir y cerrar de ojos, esos bestias se me echaron encima y me cogieron. Traté de defenderme, agarrándome con uñas y dientes a una columna de la sala, como si fuera una lapa”, ha declarado la víctima. Pero de nada le sirvió. Le llevaron en volandas hasta la plaza cercana y en cuestión de segundos le arrojaron al pilón sin contemplaciones.
“El agua estaba helada. Casi me da un pasmo. En todos los años que llevo trabajando de bibliotecario, nunca me había sucedido nada parecido”, ha declarado con indignación la maltrecha víctima.
Preguntado por lo sucedido, don Sinforiano P.D.T., alcalde de la localidad, ha respondido que arrojar a alguien al pilón de la plaza es una tradición ancestral del pueblo. “Se hace cuando alguien no nos gusta, y sobre todo, si éste es forastero”. Ante la amenaza de la Junta de querellarse contra el ayuntamiento por la agresión sufrida por su empleado, el alcalde ha respondido visiblemente molesto: “No es para ponerse así, hombre, sólo es una costumbre nuestra. Además, lo que tiene que hacer la Junta es dejar de mandarnos cuentacuentos contando chorradas ecologistas y traernos unos buenos toros para los encierros de las fiestas de este año, ¡copón!”.
Por su parte, Rafael S.G, que en la actualidad se está reponiendo de una neumonía de caballo en la cama, cuando le han preguntado si volvería a la localidad para reanudar su cuento interrumpido, ha contestado muy alterado:
“¿Está usted loco? No vuelvo allí ni borracho. Que se lo cuente su tía. Yo me voy con el cuento a otra parte”.
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