Historias del Cañon que se convirtió en una "tetera"

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Un joven de 36 años, oriundo de la localidad de Piñeiro, Avellaneda, cuando su mujer sale a trabajar en un oficina del microcentro, él sale y se va a los restos de la Av. H. Yrigoyen al 1000 en Avellaneda. Después de haber comido algo, ve la administracion de sus negocios y va al baño. Allí se encuentra con un hombre mucho mayor que él que lo mira fijo y tendido, le sonríe y le ofrece realizarle sexo anal y oral.



El final del cuento no lo sabemos. Si el oficinista aceptó la propuesta del muchacho será un misterio para esta historia ficticia, aunque basada en hechos reales: hay una organización llamada “las teteras” que ofrece sexo gratuito en espacios públicos de la Ciudad de Buenos Aires.


Para quien no conoce lo que es una tetera, pensará quizás que es sexo en lugares públicos "por personas mayores de edad en un baño de la estación de Constitución a las 10 de la mañana". Un prejuicio que no tiene relación con la realidad. Las teteras están en muchos de los sitios del area metropolitana de Buenos Aires, donde van a almorzar o tomar un café hombres "de traje y corbata" con buena billateras, quienes son los que más practican el "teterismo". Para quien aún así tiene dudas, existe un mapa colaborativo en donde se publican en internet donde están ubicadas las teteras mas conocidas.


Y no es nuevo, ya que existen, por lo menos, desde la última dictadura militar argentina de 1976. En ese momento, ser homosexual era penado por la ley, por lo cual la identidad se mantenía oculta clandestinamente. Con un contexto más favorable, aunque sigan faltando muchos derechos, hoy parte de la comunidad homosexual utiliza “las teteras” como un lugar de encuentro casual, que alimenta la fantasía sexual de mantener relaciones sexuales en un espacio público ante la posible mirada o descubrir de los demás.


Así, en un principio, la "condición" para ser una tetera sería ser un varón en un espacio público y ofrecer hacer sexo a un tercero. Pero después hay variantes, y hay nuevas formas de hablar y relacionarse, y hay nuevos códigos. Es todo nuevo, aunque en realidad existen hace más de 50 años. Una historia nueva, indignante y polémica, quizás, para el varón blanco heterosexual que goza de privilegios que otros géneros no, y que no admite en su norma nada que sea por fuera del sistema patriarcal que alimenta y fomenta.


La movida tetera se da principalmente en las redes sociales. También crearon un “mapa de teteras” con día, horarios y lugares específicos donde cualquiera que desee un encuentro efímero lo puede encontrar. La mayoría están ubicados en el microcentro, restaurantes, cafes, o terminales de transporte público, por su condición de “tránsito” que complementa el goce del sexo casual e inmediato.


Recorriendo la Ciudad, podemos encontrar teteras en la “tumba 3635 de la galería 24”, del Cementerio de Chacarita, bajo la advertencia “SEAN DISCRETOS si no quieren que se clausure nuevamente este lugar”.


Otro lugar puede ser el Carrefour Barrio Norte, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, en las calles Agüero y Beruti. Allí algún participante de las teteras recomienda: “Muy escondido y muy muy poca vigilancia. Entrás por Beruti, bajás la rampa como para el estacionamiento, ahí doblás en u y tenés el cartel de los baños. Al mediodía y después de las 20, alta joda!”. Tambien la hubo en un desaparecido lugar de comidas y delivery perteneciente a una cadena muy conocida de comidas de sushi de barrio norte.


Los baños de casi todas las estaciones de subterráneo y ferrocarriles que atraviesan la Ciudad también están captados por las teteras, que con su mapa se ayudan a fomentar la actividad sin ser descubiertos. En la reserva ecológica de la Costanera, por ejemplo, una tetera anónima nos dijo Juan Rodrigo (36): “Me enteré de que en la Reserva Ecológica hay como dieciséis cámaras buchonas, y que uno tiene que manejarse como el agente 007. Pienso que deben apuntar hacia donde está la orilla del río y las partes más transitadas. Así que hay que saber por dónde plantarse, y moverse por los senderitos que llevan al follaje más alto, que es el mejor escondite. Cuidado con las cámaras de seguridad”.


El anonimato, por otra parte, es un ingrediente importante en esta manera de relacionarse. Es un lugar donde “se puede ser”, admiten los integrantes. Por el contrario, el varón blanco heterosexual no sabe los códigos y detesta por su machismo patriarcal el coqueteo o seducción de cualquier identidad que no sea la que la norma dispone –como predica la cultura machista: si es mujer, le aburre lo ‘fácil’ y, si es varón, se indigna y hasta puede ponerse violento para demostrar su masculinidad-.


Por lo que hacen las teteras, hay mucho indignado. “Un dia estaba lavándome las manos en el baño del local de sushi en donde laburaba y me tocaron”, “otro dia estaba haciendo pis y me miraron”, son algunas de las frases que declara. Tranquilos, chicos, no es nada que no viva una mujer cada minuto de su vida, y para peor, no sucede solo en los baños: sucede en la calle, en el colegio, en el subte o cualquier otro escenario donde ustedes necesiten demostrar esa “masculinidad” que nos mata cada 18 horas.


Se trata de un “juego de seducción”, como decía el gran Gustavo Cerati, y solo basta con pronunciar un “no” o un “sí” para definir cómo seguirá la historia de nestro amigo comerciante, quien nos confiesa que comenzó a ejercitar sus gustos ya cuando era adolescente en los baños de un conocido colegio de Avellandea.


LA HISTORIA DE LAS TETERAS



El origen de la palabra “tetera” tiene su historia: según relata el escritor Juan José Sebrelli, esta denominación proviene del inglés; al baño se lo llama “toilet room”, expresión que muchas veces se acorta a “t-room”, una abreviatura que suena igual que la expresión “tea room”, es decir, salón de té en inglés.


Hasta el mundial de fútbol del 78, antes de que se practicara una purga antihomosexual para dejar limpia la ciudad de “elementos indeseables”, había varios lugares donde ir a bailar. Pero en la dictadura, cuando todavía no se habían privatizado los ferrocarriles y el SIDA no tenía la difusión de hoy, el verdadero auge era el de las teteras.


Estos lugares no sólo eran de prácticas sexuales, sino que se generaba un microclima o gueto, donde surgía un lugar de pertenencia, de contención, solidaridad y sobre todo de resistencia.


Las teteras eran lugares donde se compartía información científica, médica, política y de derechos civiles. Herramientas que van a servir de semillero para la organización y posterior conquista de los derechos que se alcanzaron durante la última década.


ENTREVISTA A UN “TETERO”


Para adentrarnos en la dinámica de las teteras, dialogamos con Juan Rodrigo (36), graduado con titulo terciario, en pareja desde hace años con su mujer Andrea (39), con una hija, que asiste frecuentemente a las teteras de la Av. H. Hirioyen de Avellaneda, en donde actualmente trabaja. Reconocer que milita por la “disidencia sexoafectiva”, mientras buscan “un lugar donde podamos recuperar las voces de las locas que fundaron las primeras teteras y que fueron semillero del activismo y la militancia de nuestra comunidad”. Cuando entra a ese mundo suyo ideal, se reconoce pasivo y asi disfruta del sexo con hombres mayores a los que ve con relativo frecuencia.

¿Cómo te das cuenta quién es una tetera?


Te das cuenta porque en el hay una persona que está en el mejitorio sin orinar, en una actitud sospechosa, nadie está ahí diez minutos parado sin hacer nada. Tienen una conducta anormal o no habitual. Te miran mucho mientras orinan, lo que tampoco es común. A veces ni te hablan pero se supone que ese otro está en la misma. Vos sabes que estás ahí, y si ves que está mucho tiempo o mira, tenes que replicar el código y enseguida todo fluye con normalidad; y si no lo sabés, lo aprendés muy rápido. Es esa miradita especial que te da a entender que te quieren levantar.


¿Las teteras se organizan por zonas o lugares?


Las redes sociales te permiten organizarte. Si bien en principio eran baños puntuales, ahora hay un mapa de teteras en toda la Argentina. En Capital Federal, sé que el baño de Mc Donalds de Avenida de Mayo y Florida, es un lugar bastante clave. Tambien lo hubo en el local de sushi Itamae de barrio Norte hoy ya cerrado. Además, se da en la mayoría de los baños de trenes, subte, colectivos. Son lugares puntuales que todos los que tenemos este tipo de gustos y de practicas, sabemos que existen.


Ustedes dicen que tienen una "disidencia sexoafectiva", ¿qué significa?


La disidencia sexoafectiva hace referencia tanto al modo en como te vinculas mediante relaciones sexuales o afectivas, porque no necesariamente tiene que haber sexo para que la relación afectiva sea "disidente", por decirlo de algún modo.


¿Se trata de separar el concepto cultural de 'amor' del acto sexual?



Exacto. La idea es marcar que en ambos espacios, tanto en el amor como en el sexo, puede haber vínculos, lazos o conexiones disidentes, más allá de lo que entiende la cultura llamada normal. Creo que dentro de la homosexualidad también puede haber lindas y buenas relaciones que te hagan sentir bien como ser humano.


En los Blogs muchos hablan de las teteras como un "arte" o una "performance", ¿qué significa eso?


Tiene que ver con que en la Argentina, la Ley de Identidad de Género determina que la identidad es autopercibida, es decir, que nadie te va a decir quién sos vos o cuál es tu género, sino que es el que vos considerás que es y se tiene que respetar tu decisión.


¿Hay intercambio de dinero en los encuentros de teteras?



En general, no. Depende el lugar, hay muchos que no pueden estar todo el día en un baño porque hay guardias, como sucede en las estaciones de Retiro y de Constitución.


¿Por dónde pensás que pasa el goce de las teteras?


Porque ahi te liberas de todas tus fantasias que llevas ocultas y las disfrutas como a vos te gusta. El espacio público cumple un morbo bastante fuerte en esos lugares porque las teteras son normalmente baños de lugares públicos. Siempre está la posibilidad que te descubran. Yo por ejemplo trabajo cerca de mi viejo y voy a la tetera una vez que mi jermu se fue al centro a laburar. Otra cosa que juega mucho en las teteras es el anonimato. En el encuentro de las teteras se intercambian muy pocas palabras, vamos directamente a tener sexo concreto, cada uno con su mambo, no te queda otra que confiar en la otra persona y capaz no la ves nunca más en tu vida. A veces son solo diez minutos y ya está, fin.


¿Consideras que el anonimato podría ser incoherente con la lucha por la identidad?


Si puede ser. Antes, cuando habian códigos contravencionales que decían que prácticamente ser puto era un delito y era motivo de cárcel, las teteras también necesitaban esos encuentros.


¿La práctica tetera no se convierte en una forma de perpetuar la opresión hacia la homosexualidad?


En una tetera juega mucho el tema de la visibilidad. Ahí te ves y actuas con otros putos, no te da verguenza decir lo que sos ni lo que pensas. El encuentro con ellos se vuelve asi sincero, sin caretas. Vos vas ahi y ya sabés que a ese lugar es para ir a levantar. No me imagino en realidad a ese lugar de encuentro de una forma más abierta, porque pierde la magia o el misterio de ese lugar tan nuestro y propio. Hay cosas que son solo para el grupo al que vos perteneces. Más allá de esa práctica o ese momento de encuentro entre trolos, hay formas de darle una vuelta. Yo junto a mi pareja tuvo la oportunidad de viajar por muchos lugares como Rusia, Gran Bretaña, Thailandia, Emiratos Arabes, y vi que en todos esos paises a pesar de tener culturales distintas existen lugares secretos que cumplen las funciones de las "teteras". Funcionan como aqui dentro del mismo sistema de la socidad y nadie se da cuenta o no quieren darse cuenta de que existen.


Pasada la dictadura militar, ¿cómo son las teteras de hoy?


No se como eran las teteras durante la epoca de proceso, yo recien estaba naciendo en aquellos días. Hoy ante tanta crisis social y económica quizás la tetera sea uno de los pocos lugares auténticos de encuentros para los gays, porque, además, hoy es como que quedó la tetera marginada hacia un sector de los gays. Quizás a un adolescente o a una persona de treinta años le hablas de las teteras y te mira raro. Por lo general, esta actividad llega mas a las personas mayores y a quienes nos gustan "esos que llaman señores". Si bien hay de todo, por lo general hoy son los señores mas grandes y con buenas billeteras los que vienen a tener sexo en los baños de los restaurantes y de los ferrocarriles. Además, muchos lo hacen o hacemos porque vivimos la sexualidad de un modo reprimido, porque nos da vergüenza blanquear ante nuestros seres queridos lo que sexualmente realmente somos y sentimos y ahí es un lugar en donde se puede ser, nadie te va a pedir el carnet.


¿Hay mujeres teteras?


No hay, pero me contaron que en Rosario, en plena dictadura militar, hubo mujeres teteras en el baño de Sorocabana café. Era un bar donde las mujeres dejaban su tarjeta a los consumidores y se iba al baño a ofrecer sexo, pero era mas parecido a la prostitución


¿Como es la mujer de un hombre que concurre frecuentemente a las teteras"?


En mi caso yo vivo en pareja con Andrea (39). Ella es psicologa y trabaja en el microcentro en la parte de computación del Gobierno de la Cdad de Bs As. Tenemos juntos una hija. Mi pareja es mayor que yo, tiene una personalidad bastante fuerte y estructurada, es buena, responsable y trabajadora, pero sexualmente es fría, no me calienta y me cuesta mucho tener sexo con ella. Yo puedo lograrlo imaginandome que estoy con uno de los hombres con los que tengo sexo en las teteras. Con eso me caliento con ella. Pero reconozco que ella me enseño muchas cosas de la vida, desde aprender a vestirme mas o menos bien hasta conocer distintas culturas viajando por el mundo. La veo y la siento como si fuese mi mama, nada mas que un poco mas joven. En su momento estuvimos separados luego nos unimos y después vino Frani, pero creo que fatalmente volveremos a tener que separarnos porque mas tarde o temprano ella se va a enterar de lo que realmente me atrae y siento en el sexo y ahí entonces me va a dejar porque va a sentirse traicionada y va a tener vergüenza o ganas de vengarse. Se que estoy mal por ocultarle cosas tan importantes. Seguramente ella se merece a un hombre mejor que yo y con todas las de la letra que no le mienta, ni la engañe y la haga plenamente feliz. Yo pienso que esto dure lo que tenga que durar, no puedo salir a blanquearle a ella todos mis gustos y necesidades, porque después de tanto tiempo de que esto me pasa seguramente ella me dejaria.


Teniendo en cuenta que la sociedad argentina es machista y que los encuentros son en espacios cerrados, ¿no hay situaciones de peligro para las teteras? ¿O en realidad se trata de una práctica aceptada que no se dice?


Existe la probabilidad de que alguien cuando lo miras para buscarlo se te enoje por una mirada, la homofobia existe. Sin embargo, en la mayoría de esos casos de indignados, en el momento posiblemente la persona arruga. Pero en realidad, si vos no querés hacer nada, simplemente no lo hacés. Te van a tirar onda, si querés agarrás viaje y si no, no. Yo recuerdo que una sola vez tuve un problema cuando un viejo me estaba haciendo sexo anal dentro del box del baño del resto donde yo trabajaba en barrio norte y yo estaba vestido con la ropa interior de mi pareja, cuando sin querer se abrió o me abrieron la puerta del baño y me vio un viejo que me dijo de puto para arriba todo lo que te puedas imaginar. En ese momento lo escupi y me fui a pegarle pero el viejo con el que estaba yo cojiendo me freno y supo calmar las cosas para que todo termine de forma tranquila.

Hay muchos varones que dicen ser acosados por las teteras, ¿es real?


Y si, uno piensa que los que van ahi es porque saben que es un lugar para tener sexo concreto. Luego hay que ver si son activos o pasivos y concretar. Debe haber alguno que sea medio pesado, pero lo que pasa en realidad es que los varones no están acostumbrados a que los encaren, entonces se sienten violentados. Bueno, es básicamente lo que vive una mujer casi a diario. Es una mirada fuerte a los ojos, un cabeceo, te tocan el bulto o el trasero. No es más que eso. Como los hombres no están acostumbrados a que se los encare les parece violento. Además, se puede decir que no con palabras, se puede preguntar. Lo que pasa es que desafía su masculinidad, ahí entra en juego como es cada uno.


¿Qué le dirías a la indignación o miedo social heterosexual sobre las teteras?


Les diría que se saquen el miedo yendo. Yo fui a teteras a desconocidas que me habian recomendado y si bien entre con miedo no me paso nada y alli disfrute mucho el sexo. Una vez hasta con dos hombres que me llevaron a la casa de uno de ellos. Ahí ves que es totalmente inofensivo, las situaciones de mayor violencia se pueden dar si llega un policía o la seguridad del lugar y te aprietan, o con gente que va a robar.


¿Las teteras son una manera organizada de tener relaciones sexuales?


Sí, si buscás en Facebook hay muchos grupos que se organizan tipo 'yo voy a estar a las 13 o a las 14 hs. en tal lado' y podés ir tranquilo a encontrarte que vas a tener sexo concreto y seguro. Eso si, tenes que aclarar si sos activo, pasivo o te gustan las dos formas, para asi no tener problemas luego.


¿Cualquier lugar puede ser una tetera?


Sí, puede ser cualquiera, el tema es que necesitás que haya una tetera donde vayas, porque si no, pierde la gracia la tetera en sí. Por lo general son lugares de tránsito, muchos baños de los restos son la 'escapadita del comercio o de la oficina' o el 'justo pasaba por ahí a hacer un trámite'. Cualquier lugar de tránsito que tenga esa rapidez . Es un ratito, un toque, me voy y sigo. Yo lo siento igual que lo viven las mujeres jóvenes que se van con viejos los mediodías de semana a un restaurante y luego se van al telo. Es una linda trampa y eso te da el goce, te hace ratonear y disfrutar.


¿Es una manera de ahorrarse la 'primera cita'?


A veces no tenés ganas de tenerlas. A veces solo querés que te cojan, chuparla y nada más. Fuiste ahí, viste alguien que te gustaba y ya está todo dicho.


Ahora bien. Del “juego de seducción”, te invito al juego de la abstracción. ¿Podrías imaginar un mundo donde los heterosexuales se dividan según la ideología política o según si son rubios, morochos, altos o flacos? Ahora imaginate que eso está organizado y que podés acceder solo usando las redes sociales. ¿Y si, además, pudieras ahorrarte la primera cita e ir directamente hacia lo que te gusta? Te invito a abstraernos y dejar el mundo binario de lo que está “mal” o lo que está “bien”, del “varón” o de la “mujer” y del “amor” o el “odio”. Te invito a tetear.

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