Sorpresiva evolución del virus en un barrio cipolleño.
Este es un sitio web satírico. No lo tomes en serio. Es una broma.
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La curiosa manifestación de las etapas del virus suelen ser sorpresivas para los portadores, pero nunca antes habían tenido noticias de una extraña anomalía en el cerebro que hace que las personas se vuelvan homosexuales.
Es el caso de Fernando Miranda, conocido vecino de las 200 viviendas en Cipolletti, que ahora quiere que lo llamen Puntita Miranda, porque le gusta la ñonga y todo lo que venga de ahí.
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