Carta Abierta a la Mujer Argentina
Este es un sitio web satírico. No lo tomes en serio. Es una broma.
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Bendita seas, porque naciste mujer. Y esto no es algo peyorativo.
Cualquiera de nosotros sabe lo inteligentes que son, lo fuertes y lo dinámicas que pueden llegar a ser. Cualquiera de nosotros siente una profunda admiración hacia tu género, hacia lo que nos asemeja como seres humanos y hacia lo que nos diferencia como seres conscientes y espirituales.
Pero no seas cómplice de la campaña del odio. No dejes que te metan el miedo por una oreja y veneno ideológico por la otra. No dejes que se aprovechen de tus temores, que utilicen tus miedos para dominarte, para usarte como un instrumento pasivo de sus marchas. No dejes que nos conviertan en tus enemigos.
Mujer, tienes mucho que temer, y, lo sé. Te lo digo porque vivo en la misma sociedad que vos. Hay inseguridad en las calles, hay robos, hay asaltos, hay violaciones, asesinatos, hay secuestros. Hay de todo, nadie lo niega. Pero no somos tus enemigos. No todos, por lo menos.
Al igual que vos, yo también, me escandalizo cada vez que nos enteramos de estos crímenes atroces. Cada vez que los medios lo repiten hasta el cansancio siento náuseas e impotencia. Náuseas porque me aterra que exista gente tan psicópata y desalmada; impotencia porque la justicia parece hacerse la desentendida y, aún teniendo a su alcance todos los elementos para evitarlo, no hace nada, se cruza de brazos. Nosotros también sufrimos por ustedes, también tenemos esa sensibilidad, ese deseo de proteger la vida, aún la vida ajena. La de ustedes y la nuestra.
Porque los verdaderos cambios, los cambios duraderos tienen que nacer desde el sentido común, desde la solidaridad y desde la comunión entre unos y otras. Porque si queremos detener este flagelo intolerable, tenemos que levantarnos codo con codo, salir a gritar a viva voz "¡YA NO QUEREMOS ESTO!". Pero tenemos que hacerlo juntos y, de esa manera, estaremos buscando esa justicia que es IGUAL para todos. No la justicia que te venden los fanáticos, esa justicia adornada con doble moral, hipocresía y doble discurso. Esa justicia engañosa que funciona sólo por uno de sus lados y a los demás, a los que no están de acuerdo con sus opiniones o posturas, los deja afuera.
Esa justicia que todas y todos merecemos por derecho propio. Ese derecho a la vida que nadie debe quitarte JAMAS. ¡JAMAS!
Pero, para hacerlo, tenemos que dejar atrás esas ideologías odiosas e infames que, al contrario, buscan dividirnos, ponernos unos contra otras en batalla campal, buscan la desorientación, el desorden, el conflicto, la violencia.
Terminemos con eso, podemos hacerlo. Pero tenemos que hacerlo juntos, sin diferencias, sin broncas, sin odios, ni rencores. Desde la razón y desde el sentimiento de afecto mutuo.
Benditas sean todas ustedes. Benditos seamos todos.
Santiago Benitez
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