Renfe y la francesa SNCF firman un acuerdo Para la compra y homologación de nuevos trenes
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En rueda de prensa posterior a la reunión de las autoridades francesas y españolas, Renfe y la francesa SNCF han anunciado modificaciones en las condiciones de trabajo de los maquinistas del servicio.
Barcelona 6 de febrero de 2018.
Tras la presentación del futuro nuevo servicio EVA, el ministro De La Serna se ha reunido con su homólogo francés en la capital española para sellar un acuerdo entre ambos países en materia de trenes y personal.
Tras la reunión, en rueda de prensa, ambos ministros han anunciado la compra de 10 trenes Talgo AVRIL y 12 trenes TGV tipo Duplex de la variante 2n3, la nueva generación de dos pisos de la firma francesa ALSTOM.
A parte de las novedades y mejoras técnicas que los nuevos trenes pueden aportar, se han tomado decisiones encaminadas a mejorar la seguridad con los mismos tras los problemas detectados en los aviones de la firma europea Airbus.
Para evitar que se repitan los problemas con la traducción de los sistemas informáticos que puedan comprometer la seguridad, el fabricante español Talgo programará todos los equipos en español y el francés ALSTOM en el idioma galo. Siguiendo esta misma línea de trabajo se ha decidido que los trenes de Talgo sean conducidos en la totalidad de su recorrido por personal español y los de ALSTOM por personal de SNCF.
En la jornada de mañana día 7 de febrero se acordará con los sindicatos con representación en ambas compañías las condiciones en las que se hará y los alojamientos que se contratarán para los maquinistas españoles en Francia, país en el que pernoctarán dos noches a la semana, como ya hacen sus compañeros interventores. Renfe es optimista con la respuesta de los mismos ya que los sindicatos no sectoriales han aplaudido la medida de equiparar las condiciones de pernoctación de los colectivos comerciales con el de conducción. Por su lado SEMAF, sindicato sectorial de maquinistas, ha declinado hacer ninguna valoración hasta tener sobre la mesa la propuesta, que por fuentes no oficiales se prevé poco satisfactoria. Por su parte renfe ya ha manifestado que se trata de acuerdos internacionales que “no puede pasarse por el forro de los cojones”.
De este modo, no sería de extrañar que viéramos pasear por la estación barcelonesa de Sants a un maquinista con boina, baguette y una buena cuña de roquefort o en la madrileña e icónica Atocha pudiéramos ver a un gabacho discutiendo con el vigilante de seguridad porque este último no hable el idioma del país vecino que es, por supuesto, superior. Por su parte, los maquinistas españoles ya han dicho que van a exigir jamón de pata negra en todos los hoteles, una bota de vino cargadita en todas las cabinas y un sistema de bloqueo de llamadas del pesadito de la residencia y censura automática del mismo en el grupo de Whatsapp cuando pase de 3 mensajes chapas, entre tanto no van a mover ni un tren más.
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